Buscando vincular a los habitantes de una comunidad en la periferia de Sao Paulo con un centro de formación cultural creado para ellos -pero inexplicablemente inaccesible-, los arquitectos de Al Borde en conjunto con Nacco, han diseñado y articulado una serie de construcciones físicas en la zona para volver a conectarlos. Pero, además de mejorar su calidad de vida y sus espacios públicos, el proyecto busca algo más profundo: validar a sus habitantes como personas, gritarle al mundo "aquí hay gente desde 1993".
Descripción por los arquitectos. Nos enfrentábamos a una situación muy complicada, como siempre, como todas. El CFCCT - Centro de Formación Cultural Cidade Tirandentes en las periferias de Sao Paulo se construyó parcialmente en 2013, debido a que, desde 1993, una comunidad ocupaba los terrenos donde debía implantarse.
El director del centro había modificado el plan original de implantación (que contemplaba el desalojo de la ocupación) y redefinió los límites que ocupaba el proyecto. La comunidad quedó en un vacío legal; por un lado no hubo reubicación y se les permitió seguir en sus viviendas pero al no tener una total validación estatal, tampoco podían acceder a los servicios básicos que provee el Estado.
La discusión legal y de responsabilidades es infinita, habría que empezar tomando en cuenta la planificación de la ciudad frente a los intereses inmobiliarios, el diseño de la estructura urbana y su evolución en los últimos cuarenta años y muchas más complejidades que ni si quiera alcanzamos a entender. Demasiadas cosas para que un colectivo ecuatoriano -invitado a una residencia por la X Bienal de Arquitectura de Sao Paulo- cargue con la responsabilidad de decir que es pertinente hacer en un lugar donde no vive, que conoce poco y del que se va después de un mes.
CONSTRUYENDO PUENTES POLITICOS Y FISICOS
Confiamos en las decisiones colectivas y además de NACCO, el par local con el que trabajamos, convocamos a todos los implicados para hablar. Montamos un taller, hicimos un concurso de ideas entre la comunidad y hablamos mucho, con todos, una y otra vez, y las complicaciones burocráticas poco a poco se fueron aclarando frente a los hechos: de este lado hay gente y de este otro hay un equipamiento que es para la gente ¿Por qué están desvinculados?
Modos de Colaborar fue el nombre de la categoría en que participamos dentro de la bienal y en esta situación, colaborar era lo único que podíamos hacer. El resultado de esta colaboración que incluyó profesionales, poder público, comunidad e institución privada, fue abrir las puertas, conectar, dar la cara y la bienvenida a lo que antes era una espalda incómoda y que no se regresaba a ver.
Este encargo comenzó con unas pocas preguntas que nos hacíamos a nosotros mismos, en este contexto ¿Para qué sirve un arquitecto?, ¿Para qué sirve una bienal?, ¿Para qué sirve un centro cultural?
Las construcciones físicas que logramos en un mes son una pequeña mejora a las condiciones de vida de la comunidad, pero que en este contexto sirve para trascender la figura del arquitecto y borrar las etiquetas de legal e ilegal, devaluar la burocracia y validar a la gente no por su condición jurídica, sino por su condición de existir. El proyecto es gritarle al mundo: aquí hay gente desde 1993.
Arquitectos: Al Borde + NACCO
Proyecto: “1993”
Jefe de Proyecto: Leticia Cortesse
Colaborador: Arquitetura Peculiar + Centro de Formaҫao Cultural Cidade Tiradentes
Sociólogo: Tiago Ferreira
Comunidad: Cachoeira das Garҫas Residence for the X Bienal of Architecture of Sao Paulo, Modos de Colaborar
Producción Ejecutiva: Arte 3
Ubicación: Cidade Tiradentes, Sao Paulo, Brasil
Construcción: Voluntarios + Comunidad
Año: 2013
Fotografías: Núcleo de Arquitetura e Cultura Construtiva, Arquitetura Peculiar, Nina Jacobi
Video: Anna Turra